"Fuentes del estudio del MIT que demuestra que el CI de un grupo no depende del CI de sus miembros".
Comparte este artículo
Sobre el estudio: "Fuentes del estudio del MIT que demuestra que el coeficiente intelectual de un grupo no depende del coeficiente intelectual de sus miembros"... sino de la paridad entre los hombres y las mujeres que componen el grupo.
Me gustaría volver a este artículo que apareció en Linkedin a finales de agosto.
Este artículo es interesante porque demuestra que la diversidad de valores y visiones crea inteligencia. Sugiere que las mujeres y los hombres tienen valores y visiones diferentes, que juntos crean riqueza.
Este fue el tema de mi primer libro, "Et si les femmes réinventaient le travail", publicado por Eyrolles en 2004. A partir de entrevistas con mujeres líderes como Christine Lagarde y Mercedes Erra, por citar solo algunas, desarrollé mi visión de que los valores "femeninos" y las habilidades blandas tradicionalmente reservadas a las mujeres eran el punto de partida de un nuevo mundo: nueva gestión, nueva organización del trabajo, nuevos valores sociales y societales basados en la igualdad real entre los seres humanos, sea cual sea su sexo.
Con Covid, esta visión ha demostrado ser acertada. El deseo de teletrabajar, de dar sentido o más sentido al propio trabajo y a la propia vida, con el corolario del cuestionamiento de los modelos tradicionales de gobernanza y ejercicio del poder.
La llegada masiva de la IA y la creciente toma de conciencia de sus oportunidades, pero también de los numerosos riesgos que plantea para la igualdad entre los seres humanos, ya se trate de los llamados valores femeninos o masculinos y de un cociente intelectual colectivo incrementado por la presencia de las mujeres y, por tanto, por sus "llamados valores", me ha llevado a volver a poner este tema en el orden del día.
En mi opinión, sólo la promesa de una IA inclusiva puede permitirnos redefinir urgentemente las nuevas reglas para salvar el planeta y hacerlo sostenible y mejor.
¿Cómo lo hacemos?
Pues reescribiendo nuestros nuevos códigos de conducta, tanto en sentido literal como figurado: la codificación debería permitirnos redefinir nuestros códigos de conducta: un nuevo contrato social, nuevas reglas del juego.
Prohibiendo el lenguaje sexista, discriminatorio y humillante, y fomentando la empatía, el diálogo, la escucha y la amabilidad.
Equilibrando la presencia de los llamados valores masculinos con la de los llamados valores femeninos.
Han comprendido mi visión y el proyecto apoyado por la 1ª Carta Internacional de la IA Inclusiva lanzada con el Grupo Orange.
Se trata de hacer del mundo un lugar mejor porque es integrador, no se basa en una visión única, sino plural...
Es urgente actuar, concienciar a directivos, diseñadores, desarrolladores, etc., porque la IA es ultrarrápida: ¡no nos quedemos atrás!
¡Ven y únete a nosotros por un mundo mejor!